miércoles, 21 de noviembre de 2012

Quieto Trompo!



Cómo ves Olivia, y si le llevamos serenata?, No pasa de que me arroje una cubeta de agua o cualquier cosa que encuentre a la mano y me lo lance directo a la cara entre ceja y ceja, o ya en el muy peor de los casos (quizás en el más realista de todos los anteriores), no pasa de que ni siquiera encienda la luz y me quede con el mariachi en plena acera, con mi cara de angustia sin saber qué decirles

Mira, hagamos un trato como en los buenos tiempos, si me acompañas, solo ráscale la oreja izquierda por mí y te aseguro que por lo menos se levanta para ver si hay algún mosco rondando por ahí, ya de pie pues me arranco con “Tu me acostumbraste”, acuérdate, esa que Don José te cantaba cuando ya andaba medio entonado y se le había olvidado que tenía que llegar temprano a casa

Lo sé, lo sé...lo sé, evítame la pena de pararme a medio metro de una puerta que no habrá de abrirse y mejor llévame a dormir de las orejas, ahora entiendo por qué es que las tengo tan grandes, y no es que sean para escucharte mejor, pues de ser así me habría ido a la cama justo después de ir a visitarte

Ésta te la apunto a ti, me la debes, y es que no tenía planeada la tercera copa, es más, ni siquiera la primera, pero por tratarse de ti y de tu diez en día veinte, me quedé un rato más, intentando atinarle a las letras de un teclado; Había comenzado con los tres ases que tanto te gustaban y heme aquí a estas horas, con chavela tentándome a lanzarme de espaldas por vez quinientas (y un mil), sin perder la compostura o por lo menos la buena ortografía al escribir

De mi impertinencia y del contenido de mis letras ya después hablamos, seguramente habrás de regañarme

Por ahora, Fuera luces...A Dormir!!

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