¿Cómo haces para no buscarme?
Si de siete por lo menos cuatro lo más lejos que me atrevo es hasta la calle del café de tu último cumpleaños y me doy la vuelta antes de llegar.
¿Cómo haces para no escribirme?
Si me cosquillean los dedos por tocarte diariamente y por decirte que me faltas tanto aunque no lo vayas a leer
¿Cómo haces para que no extrañarme?
Si a diario recojo de la cama los pedazos que me sirvan por lo menos para caminar
¿Cuándo acaba esto?
De seguir abriendo y cerrando tanto el mismo cajón como si algo fuera a aparecer.
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