Extiendo esta petición formal de quererte como cómplice y aliada en la fundación de un feudo, una patria o nación que sea solo nuestra en otro sitio distinto a éste.
Vayamos un lugar donde los dos seamos un completo par de extraños, donde podamos inventarnos una historia diferente, una donde nos amemos más de lo que nos hemos odiado a muerte. Bien pudiéramos pasar, yo por un espía retirado y tu por una muy sensual Mata Hari disidente, ambos buscados en los siete continentes.
Y si instauramos una Monarquía?, donde tú seas la reina y yo tu caballero andante y de armadura deslucida, o que tal una República? Donde los poderes no pelean entre sí por demostrar quién de los dos más puede. Sí aún así te parece mucho formalismo, te propongo entonces una Tribu y nos inventamos un idioma propio que no entienda el resto de la gente.
Cualquiera que escojas de entre todos, mientras sea contigo no tengo alguna queja, es más, te dejo incluso que elijas hasta el color de la bandera, rosa, púrpura, verde amar, azul te cielo o magenta, siempre y cuando al menos lleve en alguna parte una calavera.
Tengo listos los papeles y a diario avivo el fuego que hará cenizas mis naves y a cada uno de mis puentes, huyamos de aquí sin pensar en nadie, si vienes conmigo da alguna señal de vida, una palabra clave, alguna pista o hasta un ruido, porque a estas alturas de mi vida podré ser de todo, menos adivino.
Fuera de toda fantasía y sin querer todavía pegarme tanto a este libreto, no sabes la tristeza y el pavor que da el pensar en el resto de una vida por venir o en un lugar distinto donde no te encuentre.
"Espera, no empieces la revolución sin mi"...
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