Boronas en la mesa

Escribo porque siento que de no hacerlo, se me irán perdiendo un tanto más de los recuerdos que solo a mí me importan, hay días que con tal de no perderlos, los sujeto tan fuerte a mí que me lastiman, en mi absurdo entendimiento pienso que si no me duelen no los siento, y si no los siento ¿Cómo sé que aún los tengo?

Sabes, yo también quisiera poder dormir de largo, cerrar los ojos sin sentir que se me viene el mundo encima apenas junto un poco las pestañas, yo también quisiera pasar los días como si no anduviera suelta por ahí esta ansiedad que me acecha y espera atacarme por la espalda apenas me distraigo. Yo también quisiera hacer como que no sucede nada, que es jueves, sábado o cualquier otro día normal de la semana.

Pesa, como una loza que me aplasta desde la garganta hasta las costillas, justo allí es donde más se siente, entre el esternón y un poco arriba y a la izquierda según lo marca cualquier libro de anatomía. Me he leído todo el diagrama y no hay ninguna parte donde diga que el corazón aparte de sangre aloje el alma, no me preguntes cómo, pero allí se encuentra, temblando de miedo, tratando de caber entre arterias y ventrículos izquierdos.

Sabes, cada día olvido un poco más y recuerdo un poco menos, por eso escribo, para no olvidarme nada, porque me da un pavor terrible despertarme un día y haber perdido de la noche a la mañana otro puñado más de meses, días, momentos, lugares y fechas detalladas. Me sigo preguntando, ¿A dónde es que se va todo aquello que de repente ya no encuentro? Debe estar en algún sitio aquí guardado, pienso yo que nada desaparece así como así sin dejar rastro.

Da vértigo mirar al abismo que hay aquí adentro, pero nada se compara al que da el pensar en el momento de encontrarte alguno de estos días por la calle tomada de otra mano diferente y con la sonrisa tan grande como si yo no hubiera existido en esta historia. Por eso aún entrecierro los ojos cada que te observo, ya sabes, por si acaso.

No hay nada contra ti en ninguna de mis letras, así es esto de escribir para mi con tal de no guardarme nada, con tal de poder dormir un rato. Hay noches como esta en la que escribo de todo lo que duele, y otras tantas más acerca de lo mucho te amo.