Me permito esta tregua momentánea blandiendo un texto testarudo,
desvalido, quizás irrelevante, de esos que pasan desapercibidos entre el mar de
rostros nuevos y lugares diferentes
Ésta es y siempre ha sido hasta ahora, mi manera ciento un mil de
decirte que te quiero, tanto como quiere el ave a las
plumas de sus alas
Si supieras tú, -mejor aún- si supieras bien la falta que
hace tu cabello al alcance de mis dedos, seguir furtivamente con los ojos el contorno
de tu espalda a contraluz y topar con esas breves bragas tan de ti que
embalsaman la más sensual de todas las caderas que haya conocido
Más que piel te quiero entera, tus clavículas, tus hombros,
tus nudillos, tus sueños y todo aquello que esté en el inventario, cualquiera de tus letras que se haya quedado pendiendo del tintero desde octubre, una sonrisa
confidente y una taza de café con dos de azúcar un jueves por la tarde
Me permito decirte que te quiero todavía, harto y de a bola, que
el amor no solo se escribe en un espejo, se habla, es de entre todas la palabra más viva
Que
a pesar de ti te elijo
Por sobre tantas cosas...Te elijo a ti.
Por sobre tantas cosas...Te elijo a ti.
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