viernes, 30 de agosto de 2013

Te llamaste Agosto

Y entonces si, me di cuenta de que en casos de emergencias, el corazón se desasocia de manera inmediata y tal vez definitiva de todo tiempo y lugar a fin de preservarse, de sobrevivir más allá de la decepción de las promesas y la necedad de las personas por consumirse al primer hervor 

El corazón elije quitar de entre sus prendas esas ganas insensatas de mudarse con o sin maletas al lugar donde todo se decide en una rifa, en un águila o sol, en la cantidad de cicatrices que se puedan negociar

Lo tan poco que me queda no alcanza ni a igualar siquiera la apuesta más precaria de cualquier otro postor

He perdido, esas ganas de "Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres" se me acaban de agotar.

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